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1. Alimentación Balanceada:
- Prioriza una dieta equilibrada con una variedad de frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros.
- Controla las porciones y evita el exceso de azúcares y grasas saturadas.
2. Hidratación Adecuada:
- Bebe suficiente agua a lo largo del día para mantener tu cuerpo bien hidratado.
- Limita el consumo de bebidas azucaradas y opta por opciones más saludables como infusiones y agua natural.
3. Actividad Física Regular:
- Incorpora al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar, correr o practicar deportes.
- Combina ejercicios cardiovasculares con entrenamiento de fuerza para fortalecer músculos y huesos.
